Ir al contenido principal

Tasación, Registro y Catastro

Tasación

Antes de concederte una hipoteca, el banco pedirá una tasación de la vivienda. La tasación es una valoración profesional del precio del inmueble realizada por una entidad homologada. Este proceso es obligatorio y sirve para que el banco se asegure de que el valor del bien cubre el importe del préstamo solicitado.

 

Advertencias y condicionantes: Dentro del informe de tasación pueden aparecer detalles que afecten la financiación. Algunos ejemplos de advertencias comunes son:

  • Desperfectos graves: Si la vivienda tiene problemas estructurales, como grietas en las paredes, filtraciones de agua o humedades, el valor de la tasación podría reducirse drásticamente.
  • Falta de documentación: La ausencia de la cédula de habitabilidad, permisos de construcción o licencias de uso puede implicar que el inmueble no cumpla con la normativa, afectando negativamente la valoración.
  • Ocupantes no registrados: Si la vivienda tiene inquilinos o residentes que no están contemplados en el contrato, esto podría generar problemas legales y reducir el valor.
  • Ubicación en zona de riesgo: Si el inmueble se encuentra en una zona propensa a inundaciones, terremotos u otros riesgos naturales, la tasación podría incluir advertencias específicas sobre esto.
  • Cargas pendientes: Si la propiedad tiene deudas registradas, como hipotecas o embargos, estas se reflejarán en el informe y podrían ser un condicionante importante.

 

Además, los bancos suelen otorgar préstamos solo hasta un porcentaje del valor de tasación, generalmente el 80% para primera vivienda y el 60% para segunda vivienda. Por eso, es importante revisar cuidadosamente el informe de tasación antes de avanzar con la solicitud de la hipoteca.

 

Coste: Una tasación profesional suele costar entre 250 € y 600 €, dependiendo del tipo de inmueble y su ubicación. Este gasto corre por cuenta del solicitante del préstamo.

 

El Catastro

El catastro es un inventario actualizado y clasificado que registra los bienes inmuebles tanto del Estado como de particulares. Su principal finalidad es garantizar una correcta identificación de estos bienes en términos físicos, jurídicos, fiscales y económicos, permitiendo detectar sus características específicas dentro del territorio.

El catastro es clave para la gestión de impuestos como:

  • IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles)
  • ITP (Impuesto de Transmisiones Patrimoniales)
  • Impuesto de Sucesiones

Un aspecto relevante del catastro es que, si la superficie real medida de una vivienda es mayor que la registrada en el catastro, esto podría indicar la existencia de ampliaciones o modificaciones no legalizadas.

Es importante recordar que el valor de mercado no es lo mismo que el valor catastral, ya que este último se utiliza principalmente con fines fiscales y puede diferir significativamente del precio al que se podría vender el inmueble.

 

El Registro

El registro es el lugar donde se inscriben los bienes inmuebles, identificando a sus propietarios, los derechos asociados a estos, y las cargas fiscales que puedan afectarlos.

Su función principal es garantizar la seguridad jurídica y proteger los derechos de los propietarios desde un punto de vista legal. Esto resulta fundamental para que un inmueble pueda ser transferido o utilizado como garantía en una hipoteca.

Aunque no es obligatorio registrar una propiedad, se recomienda hacerlo para asegurar la protección legal y evitar posibles conflictos futuros.

 

Web para obtener nota simple: https://www.registradores.org/