Principios de valoración
El presente temario se adentra en estos conceptos fundamentales, dividiendo el estudio en dos partes principales: los principios fundamentales de valoración, que establecen las bases conceptuales sobre las que se asienta la valoración, y las normas de valoración, que detallan los métodos específicos utilizados para cuantificar el valor.
Principios Fundamentales de Valoración
1. Principio de Empresa en Funcionamiento (Going Concern Principle)
La presunción de empresa en funcionamiento establece que una entidad continuará operando en el futuro previsible, cumpliendo con sus obligaciones financieras a medida que estas venzan. La base de esta presunción radica en la idea de que la empresa no tiene la intención ni la necesidad de liquidar sus activos o de reducir de forma significativa la escala de sus operaciones.
Si una empresa no puede sostener la presunción de ser una "empresa en funcionamiento", la valoración de sus activos debe realizarse a su valor de liquidación, que generalmente es inferior al valor que tendrían si se utilizaran para generar ingresos futuros.
El principio de empresa en funcionamiento tiene varias implicaciones importantes para la información financiera. Permite la clasificación de los activos y pasivos en categorías de corrientes (a corto plazo) y no corrientes (a largo plazo), basándose en la expectativa de que la empresa continuará sus operaciones más allá del próximo año. Además, este principio justifica la depreciación y amortización sistemática de los activos a lo largo de su vida útil estimada, ya que se espera que estos activos se utilicen para generar ingresos durante varios períodos. Bajo esta presunción, los activos se registran inicialmente a su coste histórico, que es el precio pagado en el momento de la adquisición, en lugar de a su valor actual de mercado o a un valor estimado de liquidación.
Este principio también influye en la decisión de cómo se tratan ciertos desembolsos. Si se espera que un gasto proporcione beneficios a la empresa durante más de un período, se puede capitalizar como un activo y luego reconocerse como un gasto (a través de la depreciación o amortización) a lo largo del tiempo. Sin embargo, si no se espera que la empresa continúe operando, la distinción entre un gasto de capital (que crea un activo) y un gasto operativo (que se reconoce inmediatamente) se vuelve menos relevante, ya que el beneficio futuro del activo no se materializará.
2. Principio de Devengo (Accrual Principle)
El principio de devengo, también conocido como principio de acumulación, es un concepto fundamental en contabilidad que exige que los ingresos se reconozcan en el período en que se ganan y los gastos en el período en que se incurren, independientemente de cuándo se reciba o se pague el efectivo.
Este principio es esencial para proporcionar una imagen más precisa y completa del rendimiento financiero de una empresa durante un período contable específico. La contabilidad de devengo se basa en dos principios clave: el principio de reconocimiento de ingresos, que dicta cuándo se deben registrar los ingresos, y el principio de correspondencia o asociación, que establece que los gastos deben reconocerse en el mismo período que los ingresos con los que están relacionados.
El principio de devengo permite una mejor correspondencia entre los esfuerzos realizados por una empresa (representados por los gastos) y los resultados obtenidos (representados por los ingresos) durante un período determinado, lo que a su vez proporciona una visión más realista y precisa de la rentabilidad de la empresa. En el contexto de la inversión, este principio es crucial ya que la inversión se realiza con la expectativa de un retorno futuro
2.1 Reconocimiento de Ingresos:
Bajo el principio de devengo, los ingresos se reconocen en el período contable en el que se cumplen las obligaciones de desempeño, es decir, cuando una empresa ha entregado los bienes o ha prestado los servicios a sus clientes. Este reconocimiento puede ocurrir en un momento diferente al de la recepción del efectivo por parte de la empresa. Por ejemplo, si una empresa vende productos a crédito en un mes determinado, reconocerá los ingresos en ese mes, aunque no reciba el pago hasta el mes siguiente. Este tratamiento contrasta con la contabilidad de caja, que solo reconoce los ingresos en el momento en que se recibe el efectivo, sin tener en cuenta cuándo se ganaron realmente.
2.2 Reconocimiento de Gasto:
De manera similar, el principio de devengo establece que los gastos deben reconocerse en el período contable en el que se incurren, independientemente de cuándo se realice el pago en efectivo. Además, el principio de correspondencia exige que los gastos se reconozcan en el mismo período que los ingresos con los que están directamente relacionados. Esto incluye los gastos acumulados, que son aquellos gastos en los que una empresa ha incurrido durante un período contable pero que aún no ha pagado al final de ese período.
3. Principio de Uniformidad (Consistency Principle)
El principio de uniformidad, también conocido como principio de consistencia, establece que una vez que una entidad ha adoptado un principio o método contable específico, debe utilizar ese mismo principio o método de manera consistente en períodos contables futuros para registrar y reportar transacciones similares. Este principio fundamental asegura que los estados financieros de una empresa sean comparables a lo largo del tiempo. Si una empresa decide cambiar un método contable, debe tener una justificación válida para el cambio y debe divulgar la naturaleza del cambio, las razones para realizarlo y su efecto en los estados financieros.
Ejemplos de Aplicación del Principio de Uniformidad:
El principio de uniformidad se aplica en diversas áreas de la contabilidad. Un ejemplo común es el uso consistente de un método específico para la valoración de inventarios, como el método Primero en Entrar, Primero en Salir (FIFO) o el método Último en Entrar, Primero en Salir (LIFO), durante varios períodos contables. Otro ejemplo es la aplicación uniforme de un método de depreciación particular.
4. Principio de Prudencia
El principio de prudencia, también conocido como principio de conservadurismo, es un concepto fundamental en contabilidad que exige el ejercicio de la cautela y la moderación al realizar juicios y estimaciones en condiciones de incertidumbre. Este principio dicta que los ingresos y los activos de una empresa no deben sobreestimarse, mientras que los pasivos y los gastos no deben subestimarse. En esencia, el principio de prudencia aboga por anticipar posibles pérdidas y reconocerlas de manera temprana en los estados financieros, mientras que las ganancias solo deben reconocerse cuando su realización sea prácticamente cierta.
4.1 Aplicación en la Valoración de Activos y Pasivos:
El principio de prudencia tiene una aplicación directa en la forma en que se valoran tanto los activos como los pasivos en los estados financieros. En general, los activos se reportan al menor valor entre su costo histórico y su valor de mercado actual. Esta práctica evita la sobreestimación del valor de los activos en el balance.
Además, bajo este principio, las empresas deben reconocer provisiones para posibles pérdidas, como las deudas incobrables, tan pronto como se consideren probables, incluso si la pérdida real aún no se ha materializado.
En cuanto a los ingresos, el principio de prudencia requiere que solo se reconozcan en los estados financieros cuando su realización sea prácticamente cierta, en lugar de simplemente probable o proyectada.
5. Principio de NO Compensación
El principio de no compensación, un componente esencial de los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados (PrudencePCGA), Principle)establece que todos los aspectos del rendimiento financiero de una organización, ya sean positivos o negativos, deben informarse en su totalidad en los estados financieros, sin la posibilidad de compensar deudas con activos o ingresos con gastos. Este principio fundamental está diseñado para asegurar la máxima transparencia en la información financiera, proporcionando a los usuarios de los estados financieros una visión completa y sin distorsiones de la verdadera situación financiera de una entidad. La idea subyacente es que la compensación podría ocultar información importante y llevar a una interpretación errónea del rendimiento y la posición financiera de una empresa.
En el balance, los activos y los pasivos deben mostrarse por separado, sin que se permita la compensación de uno contra el otro, a menos que se cumplan criterios muy específicos.
De manera similar, en el estado de resultados, los ingresos y los gastos deben informarse de forma separada, sin que se permita la fusión de una fuente sustancial de ingresos con un gasto significativo para presentar una imagen más favorable del rendimiento financiero. Esta presentación detallada permite evaluar su rendimiento operativo, incluyendo la rentabilidad de sus ventas y la eficiencia en la gestión de sus costos.
5.1 Excepciones al Principio de NO Compensación:
Si bien el principio de no compensación es una regla general importante, existen ciertas excepciones específicas que se permiten bajo las normas contables. La compensación de activos y pasivos, o de ingresos y gastos, se permite únicamente cuando existe un derecho legalmente exigible de compensación mutua y la intención de liquidar las partidas en términos netos o de realizarlas y liquidarlas simultáneamente. Esta excepción se aplica comúnmente a ciertos instrumentos financieros, como los derivados, futuros o acciones, que a menudo están sujetos a acuerdos de compensación maestra legalmente vinculantes entre las partes (comisiones, spread, etc…).
6. Principio de Importancia Relativa
El principio de importancia relativa, también conocido como principio de materialidad, establece que solo la información que es lo suficientemente significativa como para influir en las decisiones económicas que toman los usuarios de los estados financieros debe incluirse en dichos estados. En otras palabras, la información se considera material si su omisión o su incorrección podría razonablemente esperarse que influya en las decisiones que los usuarios primarios de los estados financieros de propósito general toman sobre la base de esos estados. La materialidad no se basa únicamente en el tamaño o la magnitud de una partida (factores cuantitativos), sino que también considera su naturaleza y el contexto en el que ocurre (factores cualitativos).
Este principio introduce un elemento importante de juicio profesional en la contabilidad, reconociendo que no toda la información es igualmente relevante para los usuarios de los estados financieros. Permite a las empresas centrarse en la presentación de la información que realmente importa a las partes interesadas en sus decisiones económicas. Para los inversores, el principio de importancia relativa es fundamental ya que les ayuda a centrarse en los datos financieros que tienen un impacto significativo en la valoración de una empresa y en la toma de decisiones de inversión, evitando la sobrecarga de información no esencial.
6.1 Aplicación del Principio de Importancia Relativa:
El principio de importancia relativa se aplica en diversas etapas del proceso contable y de presentación de informes financieros. Las empresas deben determinar qué información es lo suficientemente material como para justificar su divulgación en los estados financieros, ya sea en el cuerpo principal de los estados o en las notas adjuntas. Al hacerlo, deben decidir si una omisión o una incorrección en la información podría ser lo suficientemente importante como para afectar las decisiones que toman los usuarios razonables de los estados financieros. Además, el concepto de materialidad también influye en el alcance de los procedimientos de auditoría, ya que los auditores se centrarán en las áreas donde existe un mayor riesgo de incorrecciones materiales que podrían afectar significativamente a los estados financieros.
La aplicación del principio de importancia relativa requiere un juicio profesional significativo y puede variar considerablemente entre diferentes empresas, dependiendo de factores como su tamaño, su naturaleza, su industria y sus circunstancias específicas. Lo que se considera material para una pequeña empresa puede no serlo para una gran corporación, y viceversa. Por lo tanto, los inversores deben ser conscientes de que la materialidad es, en cierto grado, subjetiva y que diferentes personas pueden tener interpretaciones distintas de lo que se considera importante en el contexto de los estados financieros de una empresa.
6.2 Criterios para Determinar la Materialidad:
No existe una regla única y estricta para determinar si una partida de información es material; en cambio, la evaluación se basa en gran medida en el juicio profesional de los contadores y auditores. Al hacer esta determinación, se deben considerar varios factores, incluyendo el tamaño absoluto del importe en cuestión, su tamaño relativo en comparación con otras partidas relevantes en los estados financieros (como los ingresos o el beneficio neto), la naturaleza de la partida (por ejemplo, si se relaciona con un fraude o un incumplimiento de un contrato), la industria en la que opera la empresa, la calidad de sus controles internos y su rendimiento financiero general. La evaluación de la materialidad debe tener en cuenta tanto factores cuantitativos (el importe) como cualitativos (la naturaleza e impacto del error u omisión).